lunes, 26 de mayo de 2008

Los amenes que me dejaste chorreando en el cuerpo, van, en su recorrerme entero, hasta los siglos de los siglos que imantaste a mi alma. Ay Mujer, toda mi carne se hizo luz en tus manos y aun así, me duelen todas las oraciones que me inventaste. Surgiste para hacerme nuevo y hoy, el que me convirtieras en un nuevo dios entre los humanos, parece no alcanzarme ya, para rescatarme del infierno.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Tantos abrazos construidos alrededor de tu cuerpo, hacen fila hoy, se amontonan, pretenden recuperarse, repetirse, al menos, en la realidad de mi mente. Tantos poemas / pretextos, abanicándose en el aire que me respira, en la luz que me traspasa. Tanto creer en la reinvención de la carne y en la construcción de las alas. Tanto romperse las rodillas, lanzar la primera piedra y esconder ambas manos. Tanta urgencia del tacto y tanto anhelo. Tantas líneas quebrando papeles y tantas noches. Tantas palabras disfrazando de animales las promesas. Tanto quejido de placer y tantas flores. Tantos hormigueros de caricia girándonos la piel. Tantos abrazos desboronándose alrededor del recuerdo, hacen fila hoy, se amontonan. Desaparecen.