sábado, 24 de octubre de 2009

Diccionario Poético:

Letra A (II):



Artaud, Antonin:






Noche

Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea aérea.

El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.

De "Oeuvres Completes" (Tome I)
Versión de Aldo Pellegrini

***

Atencia, María Victoria:




Amor

Cuando todo se aquieta
en el silencio, vuelvo
al borde de la cuna
en que mi niño duerme
con ojos tan cerrados
que apenas si podría
entrar hasta su sueño
la moneda de un ángel.

Dejados al abrigo
de su ternura asoman
por la colcha en desorden,
muy cerca de sus manos,
los juguetes que tuvo
junto a sí todo el día,
ensayando un afecto
al que ya soy extraña.

Quien a mí estuvo unido
como carne en mi carne,
un poco más se aparta
cada instante que vive;
pero esa es mi tristeza
y mi alegría un tiempo,
porque se cierra el círculo
y él camina al amor.

GALERÍA DE METAL



Portada del álbum Tomb of the mutilated (1992). Tercero de la banda estadounidense CANNIBAL CORPSE. Obra de Vincent Locke.

lunes, 7 de septiembre de 2009

GALERIA DE METAL

Creo (firmemente) que son muchas las portadas de álbumes musicales que pueden ser consideradas verdaderas obras de arte. Yo me dedicaré a subir cada cierto tiempo las que considero que lo son dentro de la (llamada) música extrema. Bienvenidos a esta Galería Metálica.



1

Portada del álbum Scream bloody gore (1987). Álbum debut de la banda estadounidense DEATH. Obra de Edward J. Repka.

sábado, 22 de agosto de 2009

Diccionario Poético:

LETRA A (I):


Apollinaire, Guillaume :





Cuarto poema secreto a Madelaine

Mi boca tendrá ardores de averno,
mi boca será para ti un infierno de dulzura,
los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,
mi boca será crucificada
y tu boca será el madero horizontal de la cruz,
pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.
Oh boca vertical de mi amor,
los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,
los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo,
tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,
tus ojos entonces se cargarán
de todo el amor que se ha reunido
en las miradas de toda la humanidad desde que existe.

Amor mío
mi boca será un ejército contra ti,
un ejército lleno de desatinos,
que cambia lo mismo que un mago
sabe cambiar sus metamorfosis,
pues mi boca se dirige también a tu oído
y ante todo mi boca te dirá amor,
desde lejos te lo murmura
y mil jerarquías angélicas
que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,
y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,
y me da tu boca Madeleine,
tu boca que beso Madeleine.

Versión de José Umaña

***


Arp, Jean:






Canta canta

Arriba en lo alto
arriba arriba en lo alto
el rojo canta una canción
canta canta
y el tiempo pasa

Yo sueño y escribo
hete aquí que me acuerdo de los pintores y los escultores
que vi hace veinte años
en zurich en el café odeón
como leños
como pesados troncos
como bloques
como montones groseros y macizos
están acuclillados en bancos
y se entregan al desagradable proceso de la sublimación
luchan y gruñen contra sí mismos
pero hete aquí que estos señores desaparecen
se evaporan
desaparecen
y en sus sitios se encuentra huevos humeantes

El rojo canta
canta canta
yo sueño y escribo
yo bebo y canto
y el tiempo pasa

El rojo canta
canta canta
todo canta y flota
en la luz

Un día desaparecemos con un leve roce
como hojas muertas
y nos transformamos en polvo
y nos convertimos en chispas de estrellas
y cantamos y flotamos
felices con abrigos de fuego

Arriba en lo alto
arriba arriba en lo alto
el rojo canta una canción
canta canta

De "Días deshojados"
Versión de Jesús Munárriz

sábado, 15 de agosto de 2009

A Julissa



Como un racimo de aire disuelto en la retina
Tu voz se acerca hasta alcanzar mis galaxias y rincones
Hasta dejar en mi aura tus imanes de esencia
Y elevarme.

Me ponés partículas de viento en la carne
Y estirás bosques de miel en mi esqueleto.

Como un puente de piedra que brota en la luz del agua
Tu jardín de planetas me envuelve
Hasta rozar lo indescifrable.

Como un huracán que surge en la raíz de tu nombre
Y como el fuego que logra romper sus cristales
Hasta aparearse con la vejez de cada lágrima
Inventás nidos en mitad del viento
Y me llevás a lamer lo infinito.

Me descifrás hasta hacerme nuevo
Y recogés las horas
Para que pueda finalmente
Nombrar la niebla.

Como un arbusto creciendo detrás de la mirada
Te detenés a contemplar la lluvia
Y te empapás con sus duendes.

Venís con relojes de arena en la bondad de tu pelo
Y grano a grano
Me hacés innovar mi presencia en las nubes.

Como una breve estación de sueño
Alargás tus palabras
Y las dejás aquí
Para que
Entre ángeles y silencios
Pueda intentar mis poemas.

martes, 4 de agosto de 2009

Sobre el libro de Byron Espinoza: Preguntar el aire

Ricardo Marín
http://malpalabra.blogspot.com/




Nadie sabe dónde está la poesía y nadie enseña a escribir poemas. Alguna vez dijo Bukowski que la única obligación de un escritor es escribir. Así las cosas, leí Preguntar el aire como quién se pone una ropa de dominguear prestada. Me gustó y me disgustó, porque si de algo debe de servir un poema, o en el acto más milagroso, la poesía, es para criticar, reprochar, comunicar, o, en el más prodigioso de los casos, tener la sensación de que te pegan un disparo en la sien o que se te revienta una arteria con tan solo la vibración contenida en uno o dos versos. O en palabras del autor:

Las sirenas y los delfines del universo entero,
confabulan para convertirse
en este poema.

Se discute, en nuestro minúsculo país, de poesía romántica, moderna, posmoderna, vanguardista, socialista, amorosa, rosa, trascendente, marxista, underground, light, new age, beat, urbana, turrialbeña, ramonense, josefina, suburbana, etc., que ya uno no sabe si son tendencias, movimientos o sectas satánicas que bailan alrededor de una guija poética. Esto al menos le da trabajo a los críticos, si es que hay trabajo, o si es que verdaderamente existe la critica en Costa Rica. En fin, son criterios que a lo mejor nada tienen que ver con la emoción que pueda transmitirle un poema, sea de la época que sea, al lector. No hay mejor agradecimiento para un autor, que cuando un lector desconocido, para bien o para mal, siente algo, cualquier cosa que se le quiebre por dentro y eso es precisamente el intento de Byron, llevar de la mano al lector al inicio del libro, luego, allí dentro, el lector, caminará solo y decidirá, si contesta o no, cada una de las hipótesis sumergidas en los poemas. Rescatable la labor de Espinoza de dejar una hendija de ventilación en cada poema, en ella el lector rastreará y elegirá la idea, o la respuesta que más le convenga de todo el submundo que habita en Preguntar el aire.
Las imágenes del poemario son antídotos o venenos que rehabilitan o destruyen la retina. El aire es simplemente una excusa, un recurso subordinado en la mano del poeta. El aire es simplemente el peatón elegido entre tantos en la carrera de Byron para que cruce esa autopista esquizofrénica de la edición.

Obsesionado sería el adjetivo para el libro. La primicia de sus preguntas, la orfandad de sus respuestas, son la confabulación necesaria para entender que los poemas saben más del poeta que el poeta mismo. Como si no nos bastara con la filosofía y toda su tropa de griegos que no pasan de moda y que hoy por hoy adornan nuestras libreras o, para los más acomodados bibliotecas; Byron nos trae un crucigrama feroz y hermético, un grito que duerme en la cuna existencial de todo ser humano. Pero no nos dejemos engañar con la abstracción, a veces abusiva, del poemario. ¿O es acaso que la vida misma no es un gran laberinto filosófico? ¿Una duda imprevisible que camina descalza hacia la muerte? El carnicero piensa, cuchillo en mano, cómo destazar la res, el copero razona para mantener el hielo a punto un día de verano, cómo le vamos a echar el cuento a la vecina que nos gusta, cómo evado este mes el cobro de la tarjeta, cómo mato ese zancudo que de noche no se calla, dejamos un amor gastado o nos seguimos gastando con ese amor, porqué se atrasa el tren cuando llueve, cómo pudo suceder ese accidente de tránsito, quién hace esos grafittis pornográficos en los baños de los bares, cómo cabe esa persona obesa en la vespa, habrán asientos disponibles en el bus, estarán cobrando peaje hoy, irá a llover en la tarde, cuántos asesinados serán los top model del noticiario de hoy, siempre una pregunta tras otra, siempre una cuestión opacando a la otra, vivimos en un mundo acelerado e interrogante, un mundo del tanto preguntas tanto vales. Por eso este libro, y, alejándome del afecto que tengo por su autor, carece de soluciones, de verdades absolutas, de tendencias o tiempo, y ese es un acto que se agradece. Porque el aire, contaminado o puro, será siempre aire, y un poeta, un ser que de vez en cuando, tiene la suerte de tener una noche como la de hoy, en que puede tomarse una copa de vino en paz, gratis y lanzar su trabajo, su huerfanito de 54 cabezas, con la convicción de que tendrán menos silencio y más luz.

Paul Celan creía que el poema era una botella arrojada al mar. Agradezcamos pues a Byron, que los poemas de Preguntar el aire ya no le pertenecen, naufragan según la dirección del viento cada uno a diferente ritmo, son animales que no se dejan domesticar y que con sus propios dientes aprenderán a defenderse solos.

lunes, 3 de agosto de 2009

Preguntar el aire La atrevida aventura poética de Byron Espinoza

Germán Hernández
http://signoroto.blogspot.com/

Tuve la oportunidad y la dicha de ser uno de los presentadores del libro de poemas Preguntar el aire, de Byron Espinoza, aquí lo que dijimos aquel día en la presentación de su trabajo... para un acercamiento más crítico sobre este poemario, recomiendo leer: (Donde Gustavo Solórzano degusta con mucha más propiedad un texto que recomiendo leer...)


http://asterion9.blogspot.com/2008/09/qu-significa-preguntar-el-aire-propsito.html



Considero que la presentación de un libro es casi siempre una pequeña celebración. Celebración para el poeta, y para los amigos, inclusive para los incognitos y recelosos que gustan frecuentar los sitios donde suelen celebrarse las presentaciones de los libros.


Y es que las celebraciones son pequeñas apologías y sonrisas, guiños y saludos, son la alteridad y el reverso del libro, es el pequeño instante en que el poeta tendrá toda la atención y su obra estará quizás por única vez en el centro y en la atención de todos.


Después de la celebración quedan vasos rotos, basura regada por el piso, y la profunda indiferencia que ocurre siempre con la producción poética nuestra. Una indiferencia en la crítica, en los medios de comunicación, en los libreros que deberían vender esos libros, y lo peor, la indiferencia del público.


Cuando se hace un tiraje de 300 ejemplares en este país, se puede estar seguro que el mercado se habrá rebalsado por los siguientes 20 años con esa edición, a no ser que el poeta regale todos los libros, y ocurre frecuentemente, la gente piensa que la poesía es gratis, que no es de nadie y sólo para el que la necesita, y tiene razón, pero el objeto libro es concreto y cuesta dinero y ese sí se debe comprar para disfrutar lo que lleva dentro.


Y a pesar de todos estos hechos, hay gente que se empeña no sólo en escribir poesía en este país, también se atreve a publicarla.


Pero esta noche, lo que ocurre tiene y debería tener otras resonancias…


Byron Espinoza publica por primera vez en el 2006 un breve poemario, Silenciosa de Luz, donde los poemas son brevísimos y lúdicos, es su obra prima y tiene derecho a que sea lo que él quiera, y lo es, y se divierte experimentando, con el verso, con la puntuación, con la imagen… es una primera obra muy elástica y versátil y por supuesto con los errores ingenuos que toda primera obra en un joven poeta tiene, pero lo que es más importante, es que esta primer obra de Byron, inaugura su aventura poética, lo instala como un poeta más y parte de la tradición poética de este país.


Y vuelve ahora Byron, dentro de esa tradición a romperla. Y es que ahora, dos años más tarde el poeta nos viene con su segundo poemario, y saltando por encima de la institucionalidad arterioesclerótica de las editoriales oficiales de este país (Para que no se me acuse de tirar la piedra y esconder la mano, diremos que la Editorial Costa Rica es un buen ejemplo de lo que estamos hablando), y decimos arteriosclerótica pues los libros envejecen por años en los concejos editoriales, y envejecen un poco más en las prensas de las imprentas y finalmente se pudren en las bodegas de las editoriales.


Y Byron se salta esa institucionalidad… y da otro salto por encima de las diversas alternativas editoriales independientes, sí, me refiero a Andrómeda, Perro Azul, Arboleda y otras, que ante la ineficacia de las editoriales oficiales y para romper el círculo hermético de las élites, han dado hoy día a conocer toda una generación de nuevos y nuevas poetas costarricenses que de otra manera quizás no hubieran visto la luz. Este segundo salto es atrevido e irreverente, porque Byron ha decidido que este segundo poemario iría por su cuenta.


En efecto, Preguntar el aire es una obra de artesano, donde todo el proceso productivo, desde escribir la obra hasta convertirla en libro ha sido tarea de Byron, y así nos encontramos ante un hecho nuevo, Byron es escritor y su editor a la vez, y consiente de los riesgos que esto conlleva, riesgos hermosos por cierto, como el acto solitario de escribir sin que nadie te lo haya pedido, el lanzar su anzuelo a la muchedumbre y por supuesto, sacrificarse económicamente sin la complicidad de nadie más. Recuerda perfectamente a Blake, quien hace trescientos años editaba sus propios libros, o también desde la ficción al gran novelista mexicano estadounidense Emmanuel Freeman, en sus Crónicas de las Cosas Perdidas, sobre un tiempo en que la tecnología reemplazaría finalmente al libro y los hombres y mujeres, aferrados a la nostalgia, los hacían manualmente como objetos de arte.


Porque amigos y amigas, Byron pudo haber tomado otros caminos más vernáculos y acostumbrados, por ejemplo: en vez de publicarse un libro, pudo haberse comprado un televisor de Plasma, o una bonita biblioteca para acomodar sus libros, o haberse pagado un club de viajes y pasar sus vacaciones en un resort de playa.


Pero Byron aceptó su propio desafío, con obstinación decidió que su aventura poética, a pesar del silencio y de la indiferencia, lo recorrería a su manera, y por esa razón el nos desafía ahora, para romper con la indiferencias y los gestos amables del público cuando aplaude, por aburrimiento o por buena educación.


Pero refirámonos ahora a Preguntar el aire. Este es un libro maldito, al margen: de los premios y los reconocimientos, del estudio erudito, es un libro prescindible que lo único que busca es cómplices.


Este poemario compuesto por 54 poemas viene en clave de interrogación como lo indica su título, cada poema irá planteando una desde la intuición y la imaginación del poeta, en esto, el lector tendrá la dura tarea de penetrar en el interior de Byron. El mensaje no es diáfano, y se perderá si piensa claves convencionales, no es un poemario sobre los elementos, con lo único que el lector podrá conformarse es con la transpiración atmosférica de las imágenes.


El poeta, igual que en su primer trabajo, busca el sentido de sí mismo a través de la poesía como único vehículo trascendente, por eso le pregunta a los elementos y a sí mismo, una y otra vez por su reflejo, por su carne y por su sangre… parece que existen difusamente referencias a otros, pero muy difusas, la muchedumbre, eructa, grita, escupe, pero no habla, solo habla el poeta cada vez que se interroga.


El efecto final de cada poema es la perplejidad, no es la búsqueda de respuestas, si no más bien el perfeccionamiento de las preguntas


El elemento más significativo está en la construcción de imágenes y juegos, la yuxtaposición de elementos, en medio de una guerra de aniquilamiento, dialéctica y brutal hasta que los átomos se disuelvan. El poeta aparece en cada poema, haciendo gestos, forzando la lectura, indicando pausas y énfasis, el poeta no quiere desprenderse de cada verso y se lanza junto a ellos, he aquí otra apuesta arriesgada, el lector puede responder airado, puede renegarse, en este sentido, el texto es otra vez simplemente un estadio donde poeta y lector combaten. Entre los aspectos negativos cabe señalar la rigidez formal y la subjetividad intimista.


Y al final está la sangre y la realidad de los dioses encarnados, la poesía como crisol para la inmolación y los espejos espejismos…


¿Qué es lo que grita la multitud? No lo sabemos todavía.


En todo caso, con esta segunda obra, Byron reafirma sus tópicos, insiste en la construcción de imágenes, recarga los poemas de yuxtaposiciones y paradojas, y no deja puertas abiertas ni ventanas mal cerradas, quien quiera penetrar en su poesía, tendrá que entrar como un ladrón, tendrá que habitar este espacio violentamente, de la misma manera en que él se ha atrevido irrumpir esta noche con Preguntar el Aire.


Y antes de que esta celebración termine, y alguien restaure el día con una escoba, sería bueno que nos dejemos llevar por el engañoso entusiasmo de esta noche, y que con saña, nos arrojemos sobre este libro, no me refiero a la gentileza sonriente de llevarse el libro en el regazo, ni a la generosa cascada de sonrisas y palmas, me refiero a que la verdadera solidaridad, o mejor dicho, la única posibilidad de abrir un diálogo con Byron esta noche, será siendo su cómplice, compre el libro sin escrúpulos y tendrá asegurado un pequeño instante de culpa y sereno atrevimiento.

lunes, 20 de julio de 2009

Tres Poemas para Luciana (Antes de nacer)


I

Los dulces canarios del agua
traen a tus manos
(haciendo una breve estación
en el almanaque de tus ojos)
un sueño de hadas de azúcar.

Así
la manada de voces
que
entre acuarios cabalga
logra alcanzar la luz
y acerca pétalos de luna
para que sea tu cielo
el jardín que las refleje.

II

Tan suaves son los pliegues de la música:

los ángeles que la inventaron
danzan con ella y juegan
hacen un círculo de intensa luz
y cobijan con sus alas la sonrisa
que purificada en tus labios
habrá de iluminar mi vida.

III

Dulce floresita de luz
que al danzar
constante
traviesa
en los jardines
del vientre de tu mami
extendés a mis manos
tu movimiento
y escucho la música
galopar insistente
hasta hacerse nido
menta y anís
en mis adentros.

lunes, 1 de junio de 2009

UN POEMA DE JAIME SABINES

LOS AMOROSOS



Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.

UN POEMA DE byron espinoza








No me pregunten

(Les juro
No sabría explicarlo)

El amor muere en manos de alguien

Un hombre atraviesa la noche

Ya no importa la cantidad de alcohol
Ni tabaco
Bombeando en su sangre

Dudas decapitan su alma

¿A quién explicarle
La necesidad de romper distancias?

¿A quién decirle que también nos morimos de a poco
Y antes de tiempo?

¿Y que los ojos también se saturan?

No respiren
No pierdan el tiempo
En insignificancias

El amor se muere en el pecho de alguien

Un hombre sube a un taxi
Y en su silencio de días
Atraviesa la noche.

UN POEMA DE JUAN GELMAN





GOTÁN


Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

viernes, 29 de mayo de 2009

UN POEMA DE byron espinoza





Hasta hoy
Mis manos
Nunca hicieron otra cosa

Caer...

Y ustedes
Que lo vieron todo
No fueron capaces de juntarlas

Aun así
Y a pesar de tanto
Con los muñones
Sangrando todavía
Pude arrebatárselas a los perros
Colocarlas
En su lugar
Nuevamente
Para que
(Sobre este suelo de vidrio constante...)
Siguieran cayendo.

jueves, 7 de mayo de 2009

UN POEMA DE byron espinoza


Cuando el viento se llena de cuchillos
y los huesos
se lamen desde afuera
las persianas de cada palabra
caen pesadamente
sobre la vulnerabilidad del oído.

Después vienen las historias
y el aumento del dolor
que
(sin conocer la verdad de su origen)
se adentra
hasta romper
todas las cercas.

Cuando el silencio aumenta su intensidad
(hasta conseguir
convertirse
en una voz distinta)
los huracanes encuentran
su nido a lo largo del cuerpo
y las eternidades de amor
se disuelven
con la sola intención de cerrar los ojos
y hacer a un lado
la posible continuidad de su futuro.

Después
los escombros vuelven a juntarse
para crear sombras
y reinar entre los bosques
donde la luz deja su sitio
a otras manos
y nuevos intentos de títere
las gobiernan.

Cuando el aire se llena de martillos
(definitivamente)
es absurdo respirarse.

miércoles, 6 de mayo de 2009

UN POEMA DE OLGA OROZCO

AUNQUE SE BORREN TODOS NUESTROS RASTROS...




Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer
y no puedas recordar hacia atrás, como la Reina Blanca, déjame en el aire la sonrisa.
Tal vez seas ahora tan inmensa como todos mis muertos
y cubras con tu piel noche tras noche la desbordada noche del adiós:
un ojo en Achernar, el otro en Sirio,
las orejas pegadas al muro ensordecedor de otros planetas,
tu inabarcable cuerpo sumergido en su hirviente ablución, en su Jordán de estrellas.
Tal vez sea imposible mi cabeza, ni un vacío mi voz,
algo menos que harapos de un idioma irrisorio mis palabras.
Pero déjame en el aire la sonrisa:
la leve vibración que azogue un trozo de este cristal de ausencia,
la pequeña vigilia tatuada en llama viva en un rincón,
una tierna señal que horade una por una las hojas de este duro calendario de nieve.
Déjame tu sonrisa a manera de perpetua guardiana, Berenice.

martes, 5 de mayo de 2009

Un poema de CORTÁZAR




A UNA MUJER

No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón,
no hay que estar triste
si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo
-pero por qué nombrar el polvo y la ceniza.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día
era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.

Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga,
esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos,
y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía,
las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,
no nos movemos del terror y la delicia,
y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados
para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón,
cómo corren las nubes al futuro.

¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel
que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer
que se nace o se muere,
cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,
el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

sábado, 25 de abril de 2009

PANERO (3)


Fragmento de la entrevista que Miguel Mora y Jesús Ruiz Mantilla le realizaran a Leopoldo María Panero el martes 9 de agosto de 2005.
Extraído del diario "El País".

(Escogí las preguntas cuya respuesta nos dibujen un poco mejor la personalidad, vida y mundo de el poeta).

Un falso majareta, culto y sarcástico

"Hola. ¿Es usted Mora o Mantilla? Da igual! ¿Me puede traer cinco paquetes de Nobel?" Leopoldo María panero (Madrid, 1948) fuma como un loco pero apaga los pitillos antes de la mitad. Sufre esquizofrenia, o eso dicen los psiquiatras. Los únicos síntomas aparentes son sus murmullos inaudibles, su enganche a la coca light y su paranoia (comprensible) con la CIA. Por lo demás, su lucidez destellante, su inteligencia sarcástica, su cultura-baúl (suelta citas y recita en varias lenguas y sectores: Lacan, Marx o Ana Torroja!: "Y los jamones son de york") y su curiosidad insaciable (poesía, literatura, psiquiatría, antipsiquiatría, física...) le convierten, más bien, en estos tiempos de lelos, en un cuerdo tan indispensable como inalcanzable.

La cita es en la Residencia de Estudiantes, y están con él dos amigos: el poeta canario Félix Caballero, con quien Panero ha escrito ya dos libros, y Amaraba, una fan misteriosa. Los dos fuman como él (hay siete paquetes abiertos sobre la mesa) y asisten risueños a la exhibición de Panero, que lleva ingresado cinco años en el manicomio canario del doctor Rafael Inglod (ahora sólo duerme dentro), tras pasar 14 en el de Mondragón. Hablando también escribe poesia.


Pregunta: ¿Cómo es el manicomio?
Respuesta: El puto infierno. El asunto del veneno empezó en Mondragón, pero lo de Inglod es peor. Me han dado toneladas de haloperidol y todavía no he muerto. Lo de Rasputín fue una noche y a puerta cerrada; lo mío va para veinte años y es a la luz del día: el diario de un hombre infinitamente envenenado. España es la que está loca, no yo.

P: ¿Por qué le dan haloperidol?
R: Porque me pasé tres años sin cerrar la ventana.

P: ¿Y qué le hace?
R: Atonta. Pero más inteligente que yo imposible. Soy tan inteligente como Nieztsche.

P: ¿Mienten los locos?
R: El loco yerra pero no miente, tiene la perniciosa manía de decir la verdad, como el borracho.

P: ¿Psiquiatría o poesía?
R: He pensado dejar la poesía como Rimbaud para dedicarme a la psiquiatría, pero a la real, no a esa falsa que Wittgenstein llamó La máscara y el lenguaje.

P: ¿La literatura cura?
R: Alguna sí. Los literatos se dividen en dos: el burgués ambicioso y los mamarrachos abominables.

P: ¿Qué le parece la ley de matrimonio homosexual?
R: Yo soy bisexual y sadomasoquista. Sádico con las mujeres y masoca con los hombres, aunque también sádico con algunos tíos, depende de lo guapos que sean.

P: ¿Cómo se hizo poeta?
R: A los cinco años. Mis padres estaban aterrados. El poema decía: "Mi corazón temblaba y no era un sueño / fueron muriendo todos los soldados de la guardia del rey / y mi corazón seguía temblando."



P: ¿Freud o Lacan?
R: Freud se creía el anticristo, pero era ambiguo. Decía: "!¿Sabía usted que soy el diablo y Dios construye catedrales en torno a mi?!". Lacan sabía que los locos sabían que él era el anticristo. Según Jung, Cristo y el anticristo son el si mismo. El yo no existe en la especie humana. Es lo que Lacan llamaba "el sombrero de Napoleon". El yo es en lo que se pierde el loco. Y el anticristo son los bancos.

P: ¿Su poesía es automática?
R: No me prohíbo nada salvo cagar en la silla. Pero mi poesía es técnica. Hablando del cuerpo, Spinoza dijo: "Nadie sabe lo que puede el cuerpo". Y Neruda: "Te escucho orinar al fondo de la habitación". Voy a echar una meada.
[Se va, vuelve]
P: ¿Cuál es su poeta favorito?
R: Neruda no me gusta. Mallarmé, sí. Escribe científicamente [recita un poema en francés]

P: ¿Preferiría ser francés?
R: Querría irme a París. Allí no están tan locos como aquí. Aquí no se puede pensar. No es raro que el Quijote sea el ídolo. A San Juan de la Cruz casi lo queman porque se lavaba todos los días. Este país está obsesionado con el sexo desde hace siglos y por eso odian a Dios, porque lo ven castrador.

P: No le gusta el Quijote
R: Es una novela río asquerosa. Me gusta El licenciado Vidriera.

P: ¿Escribe en trance?
R: No creo en la bestia de la inspiración, yo cultivo el espanto como una ciencia.

P: ¿El nuevo Papa?
R: Un filonazi. Mi doble.

P: ¿Zapatero?
R: El príncipe de la tinieblas. "Oh, Satán, tú tienes dos cosas: el oro y el regazo de la mujer" (Goethe)

P. ¿Negociar con ETA?
R. Por supuesto. Hace siglos que dije que sólo ETA hace oposición.

lunes, 20 de abril de 2009

PANERO (2)

Antes de iniciar con la parte biográfica, otros cuatro poemas:


DIARIO DE UN SEDUCTOR

No es tu sexo lo que en tu sexo busco
sino ensuciar tu alma:
desflorar
con todo el barro de la vida
lo que aún no ha vivido.

"El que no ve" 1980

***

EL CIRCO

Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma
lanzando gritos y bromeando acerca de la vida:
y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
contentos de que esté tan vacía.
Y oigo
oigo en el espacio sonidos
una y otra vez el chirriar de los trapecios
una y otra vez.
Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma,
una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo,
mi alma, mi alma: y repito esa palabra
no sé si como un niño llamando a su madre a la luz,
en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente
para hacer ver que no tiene sentido.
Mi alma. Mi alma
es como tierra dura que pisotean sin verla
caballos y carrozas y pies, y seres
que no existen y de cuyos ojos
mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres
sin cabeza cantarán sobre mi tumba
una canción incomprensible.
Y se repartirán los huesos de mi alma.
Mi alma.
Mi hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí.

"Poesía" 1970 - 1985

***

NECROFILIA
(prosa)

El acto del amor es lo más parecido
a un asesinato.
En la cama, en su terror gozoso, se trata de borrar
el alma del que está,
hombre o mujer,
debajo.
Por eso no miramos.
Eyacular es ensuciar el cuerpo
y penetrar es humillar con la
verga la
erección de otro yo.
Borrar o ser borrados, tanto da, pero
en un instante, irse
dejarlo
una vez más
entre sus labios.

"Poesía" 1970 - 1985

***

DEDICATORIA

Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.

De "Last River Together" 1980

sábado, 18 de abril de 2009

PANERO

(Creo que) Es bueno al comenzar a sumergirse en la vida y obra de un poeta, hacerlo por la segunda. Y así será con Leopoldo María Panero. Aquí, cuatro de sus poemas:

A MI MADRE

(reivindicación de una hermosura)

Escucha en las noches cómo se rasga la seda
y cae sin ruido la taza de té al suelo
como una magia
tú que sólo palabras dulces tienes para los muertos
y un manojo de flores llevas en la mano
para esperar a la Muerte
que cae de su corcel, herida
por un caballero que la apresa con sus labios brillantes
y llora por las noches pensando que le amabas,
y dice sal al jardín y contempla cómo caen las estrellas
y hablemos quedamente para que nadie nos escuche
ven, escúchame hablemos de nuestros muebles
tengo una rosa tatuada en la mejilla y un bastón con
empuñadura en forma de pato
y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)

"Poemas del manicomio de Mondragón" 1987

***

EL LAMENTO DEL VAMPIRO

Vosotros, todos vosotros, toda
esa carne que en la calle
se apila, sois
para mí alimento,
todos esos ojos
cubiertos de legañas, como de quien no acaba
jamás de despertar, como
mirando sin ver o bien sólo por sed
de la absurda sanción de otra mirada,
todos vosotros
sois para mí alimento, y el espanto
profundo de tener como espejo
único esos ojos de vidrio, esa niebla
en que se cruzan los muertos, ese
es el precio que pago por mis alimentos.

"Last night together" 1980

***

HEMBRA

Hembra que entre mis muslos callabas
de todos los favores que pude prometerte
te debo la locura.

"El último hombre" 1984

***

HIMNO A SATÁN

«Ten piedad de mi larga miseria»
Le fleurs du mal
Charles Baudelaire

Tú que eres tan sólo
una herida en la pared
y un rasguño en la frente
que induce suavemente a la muerte:
tú ayudas a los débiles
mejor que los cristianos
tú vienes de las estrellas
y odias esta tierra
donde moribundos descalzos
se dan la mano día tras día
buscando entre la mierda
la razón de su vida;
yo que nací del excremento
te amo
y amo posar sobre tus manos delicadas mis heces.
Tu símbolo es el ciervo
y el mío la luna:
que caiga la lluvia sobre
nuestras faces
uniéndonos en un abrazo
silencioso y cruel en que
como el suicidio, sueño
sin ángeles ni mujeres
desnudo de todo
salvo de tu nombre
de tus besos en mi ano
y tus caricias en mi cabeza calva
rociaremos con vino, orina y sangre
las iglesias
regalo de los magos
y debajo del crucifijo
aullaremos.

"Poemas del manicomio de Mondragón" 1987

miércoles, 15 de abril de 2009

Dos Poemas de Eliseo Diego

Eliseo Diego (La Habana 1920 - Ciudad de México 1994)
es uno de Los Poetas que más he disfrutado desde que llegó por primera vez, hace ya varios años, uno de sus libros. Además fue un Gran Cuentista. He aquí dos de sus poemas:

COMIENZA UN LUNES

La eternidad por fin comienza un lunes
y el día siguiente apenas tiene nombre
y el otro es el oscuro, al abolido.

Y en él se apagan todos los murmullos
y aquel rostro qua amábamos se esfuma
y en vano es ya la espera, nadie viene.

La eternidad ignora las costumbres,
le da lo mismo rojo que azul tierno,
se inclina al gris, al humo, a la ceniza.

Nombre y fecha tú grabas en un mármol,
los roza displacente con el hombro,
ni un montoncillo de amargura deja.

Y sin embargo, ves, me aferro al lunes
y al día siguiente doy el nombre tuyo
y con la punta del cigarro escribo
en plena oscuridad: aquí he vivido.



CANCIÓN PARA TODAS LAS QUE ERES

No solo el hoy fragante de tus ojos amo
sino a la niña oculta que allá dentro
mira la vastedad del mundo con redondo azoro,
y amo a la extraña gris que me recuerda
en un rincón del tiempo que el invierno ampara.
La multitud de ti, la fuga de tus horas,
amo tus mil imágenes en vuelo
como un bando de pájaros salvajes.
No solo tu domingo breve de delicias
sino también un viernes trágico, quien sabe,
y un sábado de triunfos y de glorias
que no veré yo nunca, pero alabo.
Niña y muchacha y joven ya mujer, tú todas,
colman mi corazón, y en paz las amo.

lunes, 23 de marzo de 2009

Trece poemas de Byron Espinoza publicados en

www.poemas-del-alma.com
www.poemasde.net
www.poemascorazon.com
www.vivir-poesia.com

*********

Ahora
el tiempo nos amamanta
la luz florece en las entrañas
disipando laberintos.

Ahora
me dices cosas tan distintas
como el sol o la hormiga.

Ahora que la pureza de la sangre sigue siendo decisiva
el viento celebra en las aceras
el momento mágico
de tus manos
en las calles de mi rostro.

*********
Mi deseo
es un nudo de noches largas
¿Y el tuyo?

Minor Piedra


(Carne...
Placer.
Sentido.

Eternas paredes de excitación y música revolviéndose en simétricos mordiscos.

(Desnudo).

La cama.
El cuarto.

Tus manos hechas raíz en cada milímetro de mi cuerpo.

Un nuevo placer.

Nubes de piel y órganos rozándose. Abismos entre el sudor y el semen. Surcos de saliva y caminos lubricados.

Más placer.

Mis ojos penetrando tu vientre.

Escapar del orgasmo en tu boca.

(Jugar con las manchas de la pared. Con los precios detrás de la puerta).

Saberme diminuto en tus costillas. Amamantado de corales. Abejones caminando sobre mis testículos. Una luna resquebrajada puesta para adornar tus quejidos. Tus uñas abriéndome espalda y deseo. Palabras. Látigos de cuerpo y pan en migajas. Gritos bajos. Noche...

Amanecer con piel en las uñas).

*********

Deletreo en tu carne
tantos laberintos
formas tan distintas de inventarte.
En tu piel descubro
el por qué
de escarabajos y amapolas.

Tú y yo lo sabemos:
aunque reviente el hielo contra las rocas
siempre tendremos piel
para renovar el fuego.

*********

Descuartízame
y luego
almacena mis restos
en la bodega de tus párpados
para que
así
recuerdes tu flagelo
y te duelan más que a mí
los cuchillos del sexo.

*********

Incansable
remuevo las arenas de tu cuerpo.

*********


Lamo la raíz de tu espalda
entretejo el fruto de tu carne
a mis glándulas gustativas.
Ahí respiro catedrales
las convierto en orgásmicas visiones.
Muerdo la alfombra de tus pasos
la transformo en libélulas
que me trago mientras me sueñas hacerlo.
Nos enfrentamos rompemos nuestra piel con espejos de saliva
desdibujamos paredes
ventanas que se levantan en los ojos.
Asimilo el ritmo de tu cardinal hermosura.
Se condensa el eclipse del sudor. Asimilas la locura de cada párpado.
Derribas los castillos de la sonrisa
los transformas en pequeños insectos
que carcomen nuestras ansias
y nos hacen parte de la galaxia del cuarto.

*********

Me someto a tus paredes:
reviéntame contra ellas.

*********

Muerdes la última fruta de mi espalda
su jugo me recorre como piel de transparencia.
Floto entonces por tus paraísos y enredaderas
entre el musgo y los eclipses.
Muerdes los agujeros de mi locura hasta el éxtasis de su cansancio.
Pueblo de carreteras y algodones cada paso de tu vuelo
cada aletear de tu camino.

Emergen pequeños cristales del viento
bañados de minutos y colibríes.

Muerdo la última fruta de tu espalda
y la magia se repite.

*********

Persistente
continúa tu cuerpo
su gotear sobre el mío.

*********

Prepara los puñales
y alfileres:
voy a quitarle vigilancia al corazón.

*********

Seremos mutuo acuerdo
después del viento
y los jocotes
después del pan y la ceniza.

Seremos piel
después de las arañas
y los lagartos
después de las preguntas necesarias
y los eclipses indescifrables.

Seremos minuto sostenido
después de la poesía
y sus fantasmas
después de las almendras
y las hormigas.

(Miel y agua
después del sexo
y sus prisiones)

Pero ante todo:
SEREMOS.

*********

Un leve mordisco se transformó en agua
y lamió tu cuerpo.

*********

Yo amaestré a las criaturas
que
desde el suelo
se levantaban hasta tus ojos
y permití que inventaras
nuevas formas de usar mi cuerpo.

Yo puse sobre tu frente
al padre
al hijo
y al espíritu santo

pero
aun así
necesitaba este poema.